Chanel estaba hecha a sí misma. Pero más allá de su fortaleza, alguien le dio ese empujón que sólo sabe dar el amor. Ahí nació el triunfo de Mademoiselle Chanel, de la mano de Boy Capel.
Él fue su mayor admirador, adoraba su libertad, su forma de vestir, su no saber estar, su simplicidad... Y supo ver más allá de la bailarina que se ganaba la vida cantando en un café parisino. Fue él quien le enseño a Coco el mar por primera vez. Fue Capel quien financió la primera tienda de Chanel. Fue él quien propició, tras su muerte, que Coco Chanel diseñará el LBD, y nunca más volviera a sonreír.
Su historia de amor sobrepasó las reglas dictadas en la época. Coco era la amante de Etienne Balsan, gran amigo de Boy, y se conocieron en la casa que este tenía en Inglaterra. Entre caballos, piano y grandes bosques comenzó su historia.
Pasaban largas temporadas juntos, sobre todo en Deauville, Francia, pero más allá de esos encuentros ella nunca conoció a la familia de él, volvía a ser la amante, aunque siempre mantenía la esperanza de que aquello cambiara. Hasta el día que le llegó la noticia de que Boy Capel se casaba con una joven aristócrata. En ese momento fue consciente de su suerte, una pobre huérfana sin títulos nobiliarios ni dinero que respaldaran su matrimonio. Aquello le rompió el corazón, lo que hizo que se centrará más que nunca en su taller, que proliferó como nunca hubiera soñado, llegando a instalarse en el ya emblemático establecimiento de la 31 Rue Cambon de París.
A pesar de su matrimonio, Boy, tiempo después, volvió a buscarla, compartiendo grandes momentos, eso sí, manteniendo su posición de amantes.
El 22 de diciembre de 1919, Capel tomó la determinación de quedarse al lado de Coco durante el resto de sus días, así que en plenas celebraciones navideñas cogió su coche para reunirse con ella. El fatal desenlace le fue comunicado a Coco horas más tarde, Boy había tenido un accidente de coche en el que, de forma instantánea, perdió la vida. Nunca se le volvió a conocer un amor.
Hoy la maison francesa, con Karl Lagerfeld a la cabeza, rinden homenaje a uno de los episodios más importantes de la vida de la diseñadora, su gran historia de amor, y lo hace con el diseño de un bolso al que han bautizado, como no, "Boy".
Si Coco Chanel hoy estuviera viva, miraría orgullosa desde su balcón de la Place Vendôme hacía su tienda, admirando como luce ese bolso expuesto en el mejor de los escaparates.
Me emocioné leyéndolo jeje
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